sábado, 9 de marzo de 2013

Quidditch Muggle, el deporte definitivo.


El Quidditch es un deporte ficticio con cierta trascendencia en la saga de novelas de Harry Potter. Una de las particularidades de esta práctica deportiva es que requiere de escobas voladoras para poder ser jugado, algo que evidentemente imposibilita a los fans de la saga a practicarlo en la realidad. ¿Verdad?



¿Qué es el Quidditch Muggle y cómo cojones juegan?

Para poder desarrollar el artículo, tenemos que diferenciar entre el Quidditch de la ficción y el Quidditch Muggle, pese a que este último sea el más inverosímil y difícil de creer.

En Quidditch de las novelas, dos equipos se enfrentan entre sí con el objetivo de conseguir mayor cantidad de puntos que los adversarios.

Existen diferentes formas de conseguir puntos, entre ellas introducir la pelota en los aros contrarios, o bien encontrar una extraña y mágica pelotita que va por ahí a su bola.
La actitud es importante
Por la imposibilidad de volar (aunque alguno lo habrá intentado), el Quidditch Muggle se juega en un campo de tierra de dimensiones similares a un campo de fútbol. La pregunta más frecuente es: ¿Como saben que no pueden volar, prescinden de las escobas? Pues no. Las escobas que no falten.


Un tramposo volando sin escoba
Huelga decir que las escobas no son para golpear el balón (ni a otros magos jugadores) sino para poder volar desplazarse por el campo.

El objetivo del juego sigue siendo el mismo, anotar el mayor número de puntos en los aros defendidos por el contrario mientras se evita que el rival haga lo propio. El contacto excesivo está penalizado con falta, así como lanzarse maldiciones y males de ojo. Golpear con la escoba también es sancionado, aunque ninguno de ellos lo haría por miedo a dejar de volar.


Aquí se observa a esa criatura disfrazada y huyendo.
En las modalidades más realistas del juego, además del sistema de puntos por anotación también se incluye el sistema de victoria por encontrar la anteriormente citada "pelotita mágica". Ya que no se dispone de un dispositivo tan aleatorio como para ser fiable para este efecto, es habitual que un jugador vaya caracterizado de forma ridícula destacada para representar dicho artefacto.
"Los Fantasmikos", campeones invictos de su barrio
Cada equipo tiene un jugador encargado de perseguir al artefacto, es decir, a la persona que vaya disfrazada de forma excéntrica (más aún, se entiende). Si este jugador acosa suficientemente bien al artefacto y consigue atraparlo, entonces su equipo se alza con la victoria.

Existen algunas modalidades alternativas jugadas sobre patines o en piscinas. Esta última modalidad, muy similar al waterpolo, obliga a forrar las cerdas de la escoba con alguna bolsa para evitar que se mojen y dejen así de volar. 



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