Pasó el clásico del Fútbol español como un huracán, dejando un resultado inesperado pero sobre todo un partido inesperado. El FC Barcelona fue menos Barça que nunca y pareció, en algunos compases, intercambiarse papeles con el Real Madrid, que aún así mató el partido haciendo lo que mejor sabe; contragolpear.
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| Messi no fue Messi |
La semifinal de Copa del Rey dejó sensaciones muy dispares en ambas aficiones. Ambos equipos venían de resultados adversos en Champions, con un R.Madrid que tendrá que asaltar Old Trafford para levantar el empate a uno que los Red Devils consiguieron llevarse del Bernabéu y un FC. Barcelona que sufrió lo indecible contra un Milán encerrado en su área y que aún así cosechó un 2-0 que deja la eliminatoria muy cuesta arriba para los blaugranas.
El Real Madrid sorprendió controlando el partido de principio a fin, un papel que siempre cae del lado del conjunto catalán. Por su parte, el Barça pareció más apático que de costumbre, con una presión menos intensa y con sus principales figuras diluyéndose en el entramado defensivo de los merengues.
Aún así la primera ocasión del partido fue para Messi, aunque poco más se le vio aparte de un libre directo que pasó lamiendo la portería de Diego López.
El Real Madrid seguía encomendándose a las carreras de Cristiano Ronaldo, que fue un dolor de cabeza constante para la zaga del conjunto catalán. El primer gol del partido lo marcó el propio Cristiano tras recibir una falta de Piqué, que no cuajó su mejor encuentro, dentro del área. El colegiado señaló la pena máxima y Cristiano no perdonó.
El segundo lo hizo también Cristiano, aunque esta vez el mérito lo tuvo un Di María que se vació en defensa y que fue notable en ataque. El disparo del Fideo lo desvió Pinto con tan mala fortuna de que calló a los pies de Cristiano, que lo acomodó en el fondo de la red.
El partido estaba roto, con un Real Madrid a pleno rendimiento y un Barça excesivamente bajo de revoluciones. Varane, destacadísimo en defensa y providencial durante toda la eliminatoria, marcó de cabeza en un lanzamiento de corner. Dos goles en la eliminatoria para el joven central galo.
Jordi Alba maquilló el resultado. El FC Barcelona se queda en la cuneta con muy malas sensaciones y teniendo a la vista el partido contra el Milán en el que tendrá que levantar el 2-0 de la ida en San Siro. El Real Madrid sale reforzado anímicamente de cara su futuro choque con el United. Y ésta es la historia.
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